Las «pruebas de incendio» son procedimientos diseñados para evaluar la respuesta y la efectividad de un sistema de protección contra incendios en caso de un incendio real. Estas pruebas pueden incluir la verificación del funcionamiento de detectores de humo, rociadores, alarmas de incendio y sistemas de evacuación. El objetivo principal es garantizar que todos los componentes del sistema funcionan correctamente y están en condiciones óptimas para proteger adecuadamente a las personas y a la propiedad en caso de un incendio. Las pruebas de incendio son cruciales para cumplir con las normativas de seguridad y para disminuir el riesgo de daños durante un incidente de incendio. Estas pruebas deben realizarse de manera regular y seguir protocolos específicos para asegurar su eficacia y la seguridad de los ocupantes de un edificio.
El mercado de pruebas de fuego está creciendo rápidamente, se espera que alcance los 10.72 mil millones de dólares para 2029. La urbanización y las estrictas regulaciones de seguridad contra…